martes, 7 de enero de 2014

Y llegó la Calma.

Qué tonterías digo. Si yo sigo aquí y tú aún no te has movido. Porque te moverás, ¿No? ¿O piensas seguir ignorando mis señales? Me gustaría que por una vez me miraras a la cara cuando te hablo, o mejor dicho, cuando te escribo. Porque no recibo más que burlas del destino, más que espera, aquí, dónde nada cambia. Y todavía miro al cielo por las noches, por si decides pasarte a saludar. O a conocerme. Pero sigues refutando mis escusas, las razones por las que me niego a dejarte marchar. Me pisas y me rompes, una y otra vez.

Todos se han ido, Hugo. Todos.
Erise, Amanda, Isabelle, Alex, incluso la fugaz Daya y el loco de Notte. Pero esos dos no sabes quiénes son.

Sólo quedamos Ella y yo.

No hay comentarios: