Amanda llegó hace poco a la ciudad. Nadie sabe quién es ni cómo viste, sólo una nota en la nevera indica que es la nueva inquilina de Malditos sin Miedo. ¿Por qué? Porque Isabelle necesita dinero y aunque Claudia espere a Erise, Alex no lo hará. Por eso creo que Isabelle trajo un par de botellines de más y metió todas las pizzas en el horno, ¿Qué mejor forma de conocer a la nueva? Con un poco de suerte no será una zorra sin corazón como Isabelle o una puta ricachona al igual que Erise. Quizás fuese una chica sencilla y soñadora, sí, así como Claudia.
Dentro de una hora llegará con sus maletas de colores, el verde de sus labios y una nueva forma de ver el mundo. Y es que Amanda se paseará con sus botas de cuero, sus cadenas de conchas y el aroma a incienso del pelo. Su primer mote será Froggy aunque el de rara siempre le irá mejor. Pero algo que Isabelle nunca podrá etiquetar con sarcasmo o arrinconar con ironías, son sus pensamientos. Amanda no sigue las reglas de su juego. Nadie sabe qué hará. Y es por eso que va a encajar.
A mi me gusta que se ría del tiempo y que lleve tatuado Carpe Diem en la espalda, y es que ella dice que le gusta volar, que la vida está para disfrutar y que arrastrarse por el suelo está mal pagado. Que el amor no es una opción ni es un juego. Porque ella no lo va a probar.
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