lunes, 17 de junio de 2013

These roses are addicted to you

Estoy harta de morderme las ganas, ¿Me oyes? Cansada de ser la marioneta que te mantiene despierto por las noches, de seguirte a escondidas a que me digas que tú y yo no estamos hechos el uno para el otro. Y me quemas, y me arde la sangre en tus venas cuando no te veo por la mañana a mi lado y me dejas la misma nota enredada entre mis medias rotas. Pero has empezado a quebrar cada hueso y arañar cada centímetro de mi piel con tus mentiras, hasta estropear el mecanismo de mi corazón. Así que no vuelvas a llamarme, no vuelvas por aquí. No te molestes en amarme mal nunca más, ni a lloverme tus penas en el cielo de mis labios, porque no voy a estar esperando a que decidas anegar mi espalda de calor ninguna otra luna.

'Si no tardas mucho te espero toda la vida', dije.
Pero yo ya no estoy viva y tú nunca dejaste de estar muerto.

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