martes, 16 de abril de 2013

Mess-understood

- Prométemelo, Isabelle. Prométeme que vas a hacerlo.
- No entiendo tú interés. - Hizo un gesto de indiferencia con la mano. El vapor que emitía el café se contrajo en el aire y pudo ver claramente los ojos de Hugo al otro lado de la mesa. Brillaban con una mezcla de desesperación y sufrimiento casi hipnótica. En cierto modo eso le gustaba, que un hombre suplicara por ella. O bueno, por algo de ella en su defecto. - Ni por Claudia, ni por esto.
- Exactamente por eso te necesito a ti. No puedo pedírselo a nadie más. - Hugo dio una palmada en la mesa y una gota de café saltó de la taza para estrellarse contra el plato que había debajo. - A ti no te importa nadie.

Una punzada de dolor recorrió la mente de Isabelle en forma de recuerdo: Kyle y ella bajo el árbol de los deseos, la lluvia, el alcohol, el calor de su cuerpo...

- ¿Y por qué no puedes hacerlo tú? Si quieres que te odie, no necesitas arrastrarme contigo. Sólo tienes que ser cruel. - Ella paladeó sus próximas palabras. - Tal y como lo estás siendo al pedirme esto.
- Porque a pesar de todo... La amo.
- Ya, ya. Para. - Le interrumpió Isabelle y le dio un sorbo al café.  - No hace falta que sigas. 'No podría', 'Soy un cobarde', blah, blah, blah. Me sé el resto.
- Entonces, ¿Lo harás?
Suspiró.
- Si no hay más remedio...

1 comentario:

Secret dijo...

*Aplausos* maldito mamón.

Sin palabras, joder..

Nunca hay que juzgar a un libro sólo por un lado...

ÑA! Awesome!