sábado, 1 de septiembre de 2012

F for Furrower


Frío. No es invierno Alice, y sin embargo, te siento lejos. ¿Se te acabó el ansia de palabras? Te escondes, como la Luna debiera cada mañana, resentida y vencida por el hambre insaciable del Sol. Sólo que ella, enmudecida por la cólera, a veces se salta este último paso: La rendición. Y como un astro incansable, o tal vez como la picardía de un niño, desobedece al eco de la noche y se muestra soberbia en la claridad del cielo, desafiando al mundo. Pero tú no, al menos ya no. Ahora simplemente huyes, hacia aquel rincón oscuro donde antes inventaba música aquel músculo al que llaman corazón.

Pronto llegará el otoño y caerá su juicio sobre mi, como caen las hojas de los árboles sobre el mohín del tiempo. Entonces, ya será demasiado tarde.

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