domingo, 6 de mayo de 2012

Creer era una opción hasta que te fuiste

Siempre pensé que el futuro me deparaba algo mejor, como una especie de regalo -obviamente no merecido- para pulir mi comportamiento. Poniendo así de manifiesto un refuerzo positivo casi imbatible, una regla aparentemente inmutable donde yo daría el máximo posible cada día para limar mis asperezas, que aun sin ser disipables, pudieran ser ingeridas por el resto del mundo.

Y entonces llegaste tú y yo empecé a trabajar en la reforma silenciosa que había sido escuetamente planificada por mis ancestros, pero algo falló en la cadena de montaje. Las trampas que creí aisladas reaccionaron con el perfume de tu pelo, el dieléctrico se hizo agua y mi pequeña agonía acabó envenenando el rojo de tus labios.
Para cuando quise darme cuenta ya te habías ido, sin decir siquiera adiós, con las medias rotas en medio de la cocina y mis sueños, un lunes, por recoger.

4 comentarios:

Estíbaliz Durkheim dijo...

Y es que al amor no puede escapar nadie. Ni siquiera pudo Frankenstein. :)

Saludiness!

Summerstorm dijo...

Tal vez ese no sea tu regalo.. De ambas formas nadie merece sufrir por amor o dejar sueños por concretizar, así que sé fuerte y ve a por ellos y no temas al futuro... Sonríele al mundo y él te sonreirá a ti :)
Un beso,
Summerstorm

rocío del carmen dijo...

pude ver cartas a Julieta por fin...me trajo muchos recuerdos de Verona...y la película me encantó:)
con respecto a la entrada..no entiendo por q no te mereces un buen futuro, o crees no merecértelo...todo el mundo se merece algo bueno por muchas cosas malas o feas que hayan hecho en un pasado (si es tu caso claro).. y aunque lo tuyo (creo) q no acabó bien por lo menos sentiste esas 'mariposas' no? pues eso es lo importante..
un besito :)

Secret dijo...

No te comenté antes porque no sabía que decir.

Hay que tener cuidado, el amor puede con todo. Ya sea un muro de hormigón o un cristal aprueba de balas.

Miles de personas podrán llamar a tu puerta; con un ramo de flores o bombones, podrán sacarte una sonrisa, pero, no podrás compararla con la única que te hace estremecer.

Quiero decir que, aunque construyamos un fuerte, ese amor conoce perfectamente los puntos flacos. No dudará en entrar silenciosamente.

Por eso debemos ser consecuente con lo que hacemos y saber que camino escoger.

A veces, hay que defenderse del amor, porque sí no, él ganará la batalla. Eso no debe pasar.

Un saludo,
Wolfy