miércoles, 23 de mayo de 2012

Fuckin' love songs.


Vamos, los dados están sobre la mesa. Yo doy dos, tu apuestas cinco, un as se resbala por la comisura de tu boca. Yo empiezo a llover reyes que bailan sobre mis dedos, una reina se cuela por debajo de la mesa, está muda, inmóvil. Quiere ignorar el enfrentamiento entre dos astros distantes, pero no puede evitarlo. Se escurre por las curvas de su pelo y observa la pelea. Tiene miedo, de no verle, de que la jugada salga mal y sus hijos queden huérfanos. Llora, y vuelve a llorar, en silencio, no sea que la escuchen. No sea que se rompa en pedazos.
Yo bajo la vista, nos miramos. Me queda una tirada y el próximo beso será mío. Pero no puedo apartar mis ojos de ella. Muevo ficha. He pedido la luna y dos estrellas, un par de noches que no valían la pena. Sólo me queda esperanza. Es ahora o nunca. Un seis. Sonríes y me comes. Ella muere de dolor. Y yo de sueño.

Y por fin entiendo que el amor no es un juego.

3 comentarios:

Limón. dijo...

Me ha encantado demasiado. Me has dejado con ganas de más, mala persona! jajaj :)

Kay Williams. dijo...

Awww, ha sido una entrada muy buena. Y ahora yo quiero saber jugar a las cartas y no ser tan tonto como soy. Jo.

Besos llenos de invierno,

K.

Estíbaliz Durkheim dijo...

Hay que tener mucho cuidado con lo que se apuesta o el propio juego se nos volverá en nuestra contra...

Genial relato, sigue así.

Saludiness!