lunes, 15 de agosto de 2011

La necesidad es una droga seca, una de esas que las mata callando

Pienso que cada uno debería enfrentarse a esos fantasmas inocentes. A los miedos y al recuerdo. Que deberían poder dormir por las noches y simplemente despertar, sí, despertar sin ganas de morir. También creo que la vida se paró en un segundo, en el que me miré al espejo y dije yo. En el que los átomos de Kai se mezclaron con los míos y todo se me escurrió de las manos.

Tal vez ya lo supiera, y como el loco crónico o el enfermo de atar, me mintiera de nuevo.

Te lo digo de verdad Danna, nunca me dolió tanto un beso.

No espero perdonarme.
Espero subsistir.

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