Ella antes no era así.

Daya es una chica complicada, de esas que tienen dos caras. Por una parte estaba Daya, a secas, la luz de mi locura. Es la chica dulce con el que todo chico como yo puede soñar, porque cuando Daya te decía que te quiere, lo decía de verdad. Aunque tuviera defectos, pero ¿Quién no tiene? Y es que yo estaba enamorado de Daya, esa chica alegre, quejica y torpe. Así que cuando conocí a Dayanne, su otro yo, no pude hacer más que ver como todo en lo que creía se iba destrozando. Porque Dayanne no es cálida, no cree en el amor, no valen nada sus besos. Dayanne es una puta. A ella no le importa si existo o no, si me hace daño o si me muero mañana.Y aún así aprendí a aceptar sus dos "yo´s"... Pero ahora, ¿Dónde está Daya? Dímelo, porque no la veo. Se ha esfumado, consumido en mis labios de tanto soñarla. Sólo queda Dayanne. Y me quema. Y me mata. Porque yo quería a Daya, yo quería a esa persona que siempre estaba ahí, la que no le preocupaba si llevábamos toda la tarde los dos solos, la que odiaba que refunfuñara pero aún así no se rindió, la que me prometió seguirme al final del mundo, la chica que lloró el día que dije no, porque de verdad me quería joder. Me quería. Y es que Daya aprendió a aceptar mis defectos, se arriesgó. Sabía hacerme sentir bien cuando estaba mal, y no le importaba decirme que le pasaba cuando le tocaba a ella. Porque yo siempre la iba a proteger. Sin embargo, Dayanne no merece la pena, no tiene corazón, no siente. Es fría, inmóvil, soberbia, egoísta... Es la parte oscura de Daya potenciada al último exponente. Sus besos son veneno y sus ojos superioridad. Su tiempo no es mi tiempo, y ella siempre quiere más. Pero lo que más me duele de ella es que...

Dayanne no sabe amar.