jueves, 2 de agosto de 2012

Both of us



Siempre he pensado que mis gustos eran la antítesis de mi ego, tal vez porque prefería mirar mis errores por el retrovisor antes que por el parabrisas o por ese eco antes de dormir, que siempre me hablaba de ti, recordándome que te habías ido para no volver en un día de lluvia y ojos secos. El caso era que mi orgullo seguía indispuesto y altivo, mientras que la vida me bailaba un vals, lento y triste, en el filo de tus labios.


2 comentarios:

Diane Ross dijo...

Demasiado triste para alguien de tantas capas -en invierno y en verano-

Kay Williams. dijo...

Siempre miramos nuestros errores por el cristal, siempre encontramos los mayores fallos en los ojos de los demás. El ser humano, como siempre, tan evolucionado y tan principiante. Pero nos queda el orgullo, ¿verdad?

K.