jueves, 6 de octubre de 2011

Stronger than me

No era un sonido cualquiera, era "ese" que regurgitaba en su interior. Miles de alas revoloteaban en círculos, jugando a jugar, dificultando su concentración. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Tara recibió una carta.
- 1, 2, 3... - Inspira. El corazón le latía demasiado rápido, las manos le sudaban, y sentía escalofríos continuamente, lo que no ayudaba a que se decidiera. "¿La abro? ¿No la abro? ¿Y si es una broma? Pero, ¿Y si es él?", se debatió. Lyla la observaba con expectación desde la cocina, estaba haciendo galletas. Ambas tenían un nudo en la garganta que les impedía tragar, era como si hubiesen comido arena, pero añadiendo una pequeña dosis de dolor y náuseas, aunque Lyla nunca lo admitiría. Ella era maliciosa, burlona, alegre, pero nada vulnerable. O al menos esa es la impresión que pretendía dar.

<<Aquel otoño>>  Esas palabras le sacaban de quicio. "¿No podía poner un remitente real?" Rozó el sello con la yema de los dedos. Ni siquiera sabía si querría leerla -suponiendo que fuese de él-. Se levantó de golpe frustrada.

- Decidido, voy a tirarla. - Gruñó. Estaba cansada de comerse la cabeza.
- No te engañes, acabarás abriéndola.
- No, no lo haré. No me importa de quién sea.
- Entonces la abriré yo.
Tara la fulminó con la mirada. Mientras que Lyla simplemente sonreía. Cualquiera que no la conociera, pensaría que lo había dicho de broma pero Tara sabía muy bien que iba en serio.
- No te atreverías.
- Rétame.

Leaves fall down

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