No hay más que hablar

- ¿Qué le pasa al mundo hoy? ¿Están todos locos?
- No hay más que vernos.
- Eh, que yo todavía no he hecho ninguna tontería.
- No, claro que no.. Sólo has convencido a tu ex para que rapte al cura de un entierro...
- Raptar es un nombre muy feo. Sólo vamos a sobornarle un poquito.
- Y si se niega le atarás educadamente al asiento. Obviamente eso se llama soborno.
- Se te olvida que voy vestida de novia por un cementerio gracias a ti, que puedo contarle a Eva que intestaste sabotear mi boda con un triste bigote de pega - muy hortera por cierto- y que por tu culpa quién me iba a casar se ha ido huyendo.
- Touché.