lunes, 22 de agosto de 2011

Sólo un desconocido más en la larga lista de Arachne

- No me llames así, no soy tú princesa. - Se corrigió. -Ni tuya ni de nadie.
- Y yo que creía que eras una de esas lobas sin agallas. No me enseñes los dientes tan pronto.
- Todavía tienes tiempo de caerme bien. Eres guapo, tienes dinero y pareces de esos que no estan dispuestos a perder. Aunque... - Le miró de arriba a abajo. - No tientes demasiado a la suerte.
- ¿Crees en el destino? - Él le guiñó un ojo.
- ¿Ves...? Ya lo has fastidiado.

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