lunes, 18 de julio de 2011

Trébol

Esta noche quiero sentarme de espaldas al mundo y empaparme de su piel, saber que todo va bien. Esta noche quiero saltar de mi pecho y acabar en sus labios, quiero repicar en sus ojos y derretirme en su lengua. Quiero romper el silencio y ahogar las palabras, saciar la sed con caricias inexactas, desafiando la eternidad. Y es que me sangran los besos escondidos en las luces de neón, en los cristales rotos del ayer. Me matan las horas que no pasan y los segundos sin verle. Me duele el amor y el deseo a partes iguales, y es que soy adicto a sus huesos. Soy contrabandista de su corazón, porque me robó lo que no llevo, me quitó el frío y se lo llevó lejos.

Congelé el tiempo y me llovió en su cuello. Por eso llevo tatuado su nombre, por eso vivo en el cielo.
Para poder regalarle una estrella.

Para quererle sin miedo.

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