martes, 26 de julio de 2011

El cuaderno robado.

Me encuentro en uno de esos momentos de desconcierto, de no saber si dar o si tomar. De duda existencialista. No sé si debo desmentir a una persona que no hace otra cosa que victimizarse y culparme por lo ocurrido, o simplemente olvidar. Y es que tengo miedo a borrar. A coger la goma y deshacerme de esos garabatos viejos, de quemar todas las fotos y matar el tiempo. De tomar una decisión y no poder volver atrás. Porque esto no mejora y ya no tengo ganas de seguir haciéndome daño. De tener que parar todos los golpes y sonreír sin descanso.
Cree que todo lo hago para hacerle mal. Para joderle la vida. Como si tuviera un interés oculto en destruir lo que construimos una vez. Todo lo que ya no tenemos.

No va a cambiar. Yo tampoco.
Quizás deba decir adiós.


¿Qué hicimos mal?

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