Me han roto el corazón, no una vez, dos veces. Y aún creo escuchar por las noches como se retuerce, tiembla y se vuelve a caer. Como mis ilusiones o mis sueños, pero esos puedo construirlos de nuevo.
Sin embargo, mi corazón es como un reloj, hace tic y hace tac. Un beso puede parar el tiempo, una caricia que pase más lento y que las sonrisas se agolpan en la aguja. Pero cuando su mecanismo interno se rompe, necesitas ir a un relojero. Y cariño, no hay nadie así que pueda arreglarlo. No el mío.
Carla decía que me haría volar, perder el miedo a las alturas. Ella creía que tenía que soltarme, que confiara en ella porque nunca me haría daño. Aún me pregunto si nos habríamos estrellado o al contrario, me habría elevado hasta las estrellas. Todavía me carcome la duda.
Quizás se hubiese rendido. O tal vez... no.
Ella pensaba que podía arreglarlo.
Y falló.
2 comentarios:
me eh quedado prendida a ti, quieero coooooooonocerte PORFAVOR
(:
Seria genial!! :D
Yo también quiero conocerte ^^
Publicar un comentario