lunes, 27 de junio de 2011

Espadas.

A Alan le asusta la idea de mostrar sus sentimientos. Ira, odio, dolor, incluso el amor. Por eso aprendió a disimular, a ponerse una máscara pensando que es indestructible, creyendo que está a salvo. Y es que cerró su caja de Pandora, todo se lo guardó dentro tanto lo malo como lo bueno. Aunque en el fondo sabe que eso no hará que desaparezca, no puede evitarlo.
Me pregunto.. ¿Qué pasaría si explotara? ¿Qué pasaría si todo saliera a la luz? Se acabarían sus mentiras, sus juegos y sería vulnerable. Pienso que no tendría fuerzas para seguir.
Por eso cuando alguien intenta saber lo que le ocurre, él sonríe y contesta "Nada". Aunque en el fondo tanto Ethan como yo sabemos que a pesar de sus engaños, está roto. Esa sonrisa es su arma más afilada, incluso que la retórica. ¿No crees? Es difícil saber en qué está pensando, como una veleta que se mueve y al viento no obedece. Así que cuando estamos a solas intento descifrar si es Alan el que habla conmigo o es sólo una faceta. Como la de los días malos o la cara de dolor.

Pero yo sí le conozco. Y eso... le asusta, como la muerte.

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